De 26 a 27...

LA EDAD ¿cuenta?

No se como entender que la edad es un factor irremediablemente atroz en la transformación de lo que se es, y yo, ya soy RUCO, veo a mis primos, a mis sobrinos, ya no veo a mi abuelo, a algunos tíos y a esos buenos amigos que al cruzar la calle ya no recuerdan las carreras para escapar con los refrescos o el correr para esconderse después de tocar el timbre de la casa en turno, el factor tiempo desgasta y hace que la mente aclare lo que antes era borroso o al contrario, vuelve borroso lo que antes era simple y claro; aun pienso que un buen momento acompañado de agua, empujones y mucho desorden, pueden llenarte el día con tan solo un instante de complicidad de quienes te rodean, sin embargo triste es ver como las figuras que a tu lado están, son solo eso, figuras inertes que ya no logran registrar emoción en su corazón al brincar o escabullirse por la puerta próxima a el escape de un regaño…
EL RUCO en m es fuerte y no niego su presencia y su crecimiento constante, sin embargo este RUCO es el mejor RUCO que podría yo haber querido ser, pues festeja aun una buena cari y vive al máximo el reventar de un globo, corre frenético por los pasillos de su trabajo y RIE con razones que nadie entendería, pues es solo eso, un RUCO que ha madurado entendiendo que ser GRANDE no es serlo, pues se vive feliz de niño y se vive aun mas feliz siendo un GRAN niño (aclarando que con ello, las responsabilidades en lugar de disminuir aumentan y la consecuencia que esto acarrea es el que ya no se les puede evadir, “si a las responsabilidades”, si lo rompes, ahora lo pagas, “si tu lo pagas”; empero, tu te compras tu juguetes y nadie lo puede evitar)...jajaja